viernes, 9 de diciembre de 2016

¡Colesterofobia y yogures!

Tomado de http://damosunavuelta.com/index.php/2016/02/12/ayutthaya-y-lopburi-ruinas-y-monos/
Me he tropezado estos días en televisión con un anuncio de leche fermentada con esteroles vegetales para bajar el colesterol. Los componentes del trio cómico “Tricicle” interpretan la preocupación que tienen por el colesterol elevado que presenta uno de sus integrantes. Por supuesto, sus compañeros lo tranquilizan aconsejándole la toma del producto anunciado. Tan segura está la marca de la eficacia de su producto que se comprometen a devolver el dinero si a alguien no le funciona.


Este anuncio es una versión corregida de otro anterior que vi apenas hace un mes en el que, sinceramente, me sacaba de las casillas el hecho de sentenciar a quienes tuvieran la “fatídica” cantidad de más de 200 mg/dl de colesterol, ya habían manido este argumento con Vicente del Bosque y Carlos Sobera. Basta decir que en mi círculo de amistades he debido matizar en mas de una ocasión tan maléfico límite para que en aras a la verdad, la “colesterofobia” no superara al personal. Aplaudo este cambio mediático positivo que Danone ha hecho en su mensaje.



Y ¿qué es el colesterol? El colesterol es una grasa que encontramos en todas las células de nuestro cuerpo. Necesitamos colesterol, no podemos pretender vivir sin colesterol ya que desempeña un papel fundamental en nuestro organismo, forma parte de las membranas celulares, participa en la conducción de las señales nerviosas, en las interconexiones neuronales, es precursor de la vitamina D y de otras hormonas. Tanto es así que… ¡existen estudios epidemiológicos que evidencian que un nivel de colesterol muy bajo es perjudicial para la salud!

Esta infografía sobre el colesterol describe de forma resumida diferentes aspectos sobre el mismo:
Cómo actúa el colesterol en nuestro cuerpo. Tomado de www.blogdefarmacia.com
Pero, para la población general, nombres semejantes rememoran cosas semejantes y este aforismo aplicado al colesterol, junto a ciertos mensajes dados en el pasado, hacen que sean confundidos y se equiparen colesterol dietético y colesterolemia (colesterol en sangre). Si desde la década de los años 70 se incluía rutinariamente una recomendación referente a no incorporar con los alimentos más de 300 mg de colesterol al día, las Guías alimentarias para la población americana 2015-20 coherentes con las evidencias, eximen al colesterol dietético de elevar el colesterol en sangre y por tanto, “indultan” a alimentos como el huevo, algunos crustáceos y moluscos de esta responsabilidad.

El colesterol alto “per se” no es una enfermedad. En personas sin otros problemas de salud, llamamos colesterol "alto" a pasar de 240 mg/dl. Puede considerarse un factor de riesgo cardiovascular que junto a hipertensión y tabaco conforman una triada de circunstancias modificables y su manejo no se hace sólo con una alimentación saludable. Contrariamente a lo que piensa mucha gente, la decisión de tratar o no el colesterol, no depende únicamente de una cifra analítica valorando su presencia en sangre, sino que la intervención sobre él se hace en base al llamado cálculo del riesgo cardiovascular global. Por ejemplo puedes obtener una información orientativa (no debe sustituir la opinión de tu médico) en esta calculadora del riesgo cardiovascular (Framinghan), o calculadora de riesgo cardiovascular (SCORE)calculadora del riesgo cardiovascular (REGICOR), esto es, la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular o coronaria en los próximos años. Si jugáis un rato con estas aplicaciones veréis como es mucho más efectivo para ciertas cifras de colesterol abandonar el tabaco y controlar la tensión arterial que modificar el colesterol. Claro que no se debe olvidar los beneficios de la actividad física ni descuidar la dieta: abundante en frutas y verduras, contenida (en carnes) pero suficiente en proteínas (recordad las legumbres), baja en hidratos de carbono sobre todo aquellos de absorción rápida y refinados (huid de los azúcares y consumir cereales integrales). Podríamos sentenciar, retomando el inicio del post y el anuncio de marras, que de poco sirven los "dana-bene-natur -coles u otros x-coles" si no dejamos de fumar, si no hacemos ejercicio, olvidamos los azúcares y nos desestresamos. 

La prometida bajada de un 10% del colesterol con este tipo de yogures con fitoesteroles debe ser tomada con los debidas precauciones ya que en realidad para modificar el riesgo cardiovascular se considera que la bajada de colesterol debería ser de un 30% y existen algunas consideraciones que hacer a este tipo de productos. Las recomendaciones de la EFSA nos alertan que no se deben consumir más de tres gramos de fitoesteroles ni fitoestanoles diariamente, que estos productos no son aptos para mujeres durante el embarazo y lactancia, ni para menores de 5 años y que el tiempo mínimo de consumo para que se noten los efectos positivos debe ser de 2 a 3 semanas. Si bien no debemos desdeñar que se desconoce si pueden tener efectos secundarios se debe recordar que la Comisión europea estableció que estos productos no están indicados para individuos que no tienen problemas con exceso de colesterol: "3. there shall be a statement that the product is not intended for people who do not need to control their blood cholesterol level."

En fin, pongamos los pies en el suelo y no busquemos milagros en productos concretos que sus beneficios sobre el colesterol y las expectativas de sus consumidores deben ponerse en el contexto adecuado.




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