El pasado jueves (28 de febrero) estuve, junto a los supervivientes
que lograron esquivar la copiosa lluvia y frio, en la sala Luis G. Berlanga (IVAC) del
edificio Rialto de Valencia. En ella se realizaba la presentación del cortometraje
“Greta y los vegefantásticos”. Una
historia de animación, protagonizada por cuatro vegetales con superpoderes: Chicharro (guisante), Carlota (zanahoria),
Ana-banana y Cascarilla (nuez) los cuales intentan hacerse un hueco en la
atiborrada despensa de la familia de Greta,
una niña amante de la "comida basura" a la que no le apetece ni por asomo
probar comida saludable. Una arquetipo de niña del siglo XXI.
El acento andaluz de Chicharro, en compañía de
Ana-banana me han traído a la memoria aquella animación de los años 90 donde Mochilo (un plátano), Gazpacho (una piña) y
Pincho (chumbera), junto a Kumba (una
niña) deben abandonar su tranquila aldea sacudida por un volcán en erupción en busca de un nuevo volcán dormido donde instalarse
resolviendo en cada aventura diferentes problemas, apoyándose al compañerismo y
la amistad a pesar de sus diferencias.
El corto de unos 11 minutos, ha sido dirigido por
Jorge Bellver y ha contado con la ayuda del Instituto Valenciano del
Audiovisual (IVAC) y la colaboración de Radio Televisión Valenciana (RTVV),
aspira a convertirse en una serie animada que pretende fomentar entre los más
pequeños una alimentación sana y de esta manera poner su granito de arena para
combatir problemas como la obesidad infantil.
Según
manifestó su director “el audiovisual quiere ser un punto de encuentro entre
padres y niños en el que cada uno recibe un tipo de información: los
progenitores para utilizarlo como una herramienta y los pequeños acceden, a
través del entretenimiento, a una serie de valores sin soportar un 'tostón'
pedagógico".
El episodio de presentación nos mostró una niña de
ocho años, Greta, no quiere comer
verduras y pretende negociar con Her
Frankfurt, una “salchicha pasada” que le provea del Bollo mordido y su temida pandilla de comida basura a cambio de un
rehén (un pepino) a quién liberan los protagonistas “vegefantásticos”.
A través de este enlace podréis ver un avance de esta animación que ya tiene su propia página en Facebook.
Greta y los vegefantásticos es una
nueva iniciativa que se une a otras experiencias dedicadas a la promoción de
estilos de vida saludables en el ámbito infantil. Otros referentes convertidos
en agentes de salud y transmisores de mensajes a los niños han sido los Monstruos supersanos de Barrio Sésamo que desde Antena 3 y Neox realizan su labor, los Lunnis en TVE con sus cantos como este o los pequeños Telmo y Tula que enseñan a
cocinar a los más pequeños. Una serie de recursos que con una programación
didáctica podremos utilizar eficientemente para hacer educación entre los más
pequeños. [Si recordáis otros recursos animados de difusión de hábitos alimentarios saludables os agradecería que los compartierais en comentarios.]
Lo importante es no solo contar con un material audiovisual que pueda ser “pasivamente” utilizado como mensaje saludable que también tiene su función, desde conceptos más pro-activos de educación para la salud es muy interesante saber canalizar las inquietudes de los escolares y a partir de ellas (centros de interés) trabajar los conocimientos, habilidades y actitudes que les conduzcan a crear formas de respuesta saludables a los estímulos que se enfrentan cada día. Me gusta la propuesta Cine y Salud del que desarrollan desde la Dirección General de Salud Pública y la Dirección General de Política Educativa y Educación Permanente del Gobierno de Aragón, en el contexto de esta entrada la utilización didáctica que hacen de “Ratatouille”.
Y como no, hemos de recordar los esfuerzos desde la
administración que se han hecho que en comparación con las campañas mediáticas
e inversiones comerciales, pueden ser tildadas de “homeopáticas”, a pequeña
dosis. Aquí os traigo a la memoria aquel de la estrategia Naos de: "Despierta desayuna".
Lo importante es no solo contar con un material audiovisual que pueda ser “pasivamente” utilizado como mensaje saludable que también tiene su función, desde conceptos más pro-activos de educación para la salud es muy interesante saber canalizar las inquietudes de los escolares y a partir de ellas (centros de interés) trabajar los conocimientos, habilidades y actitudes que les conduzcan a crear formas de respuesta saludables a los estímulos que se enfrentan cada día. Me gusta la propuesta Cine y Salud del que desarrollan desde la Dirección General de Salud Pública y la Dirección General de Política Educativa y Educación Permanente del Gobierno de Aragón, en el contexto de esta entrada la utilización didáctica que hacen de “Ratatouille”.
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