Caminar es un ejercicio apto para todos los públicos. Andar
es la actividad física más acorde con el diseño humano, aunque nuestro poder de
adaptación ha hecho que seamos capaces de nadar o colgarnos de los árboles.
Marchar no precisa de entrenamiento, no requiere apuntarse al gimnasio ni
cuesta dinero. Tan sólo necesitamos de unas zapatillas que transpiren,
calcetines ajustados, ropa cómoda y, si el día lo requiere, una gorra para el
sol. Una caminata por el parque, un
espacio verde, o las tan popularizadas “rutas del colesterol” son una excelente
alternativa para cuidar nuestra salud y poner freno al fuerte sedentarismo que
nos invade.
En el siguiente video “23 horas y
media”, el Dr Mike Evans ilustra mediante el uso de una original presentación, con diagramas y dibujos hechos
con un ritmo impresionante, las bondades de un tratamiento efectivo para muchos
problemas de salud. ¡Descúbrelo!
Consejos para salir de paseo
Planea la ruta a seguir. Mejor un terreno “blando” (tierra)
que “duro” (asfalto) y con arboleda que desprovisto de sombra. Recuerda que una
buena ruta se puede convertir en una rutina habitual así que cuanto más
agradable sea más estimulante resultará el paseo.
Equípate adecuadamente. Zapatillas cómodas, calcetines que
mantengan seco el pie y puestos sin arrugas, ropa acorde con el clima a más
calor más fresca y viceversa y si el sol está presente una buena gorra.
Hidrátate. Es aconsejable beber un vaso de agua antes de
ponerse en marcha y, al menos, una vez terminado el paseo. Si su duración
supera la hora es conveniente beber también durante el mismo (cada 20 minutos)
aunque no se sienta sed.
Para un paseo también conviene preparar al cuerpo. Calentar
realizando estiramientos durante cinco o diez minutos: girando la cintura,
rotando los tobillos y flexionando las rodillas, puede evitar molestias y
lesiones.
Inicia el paseo con un ritmo descansado (permite mantener
una conversación) y auméntalo poco a poco hasta una velocidad de un kilómetro
cada diez minutos. Caminar entre tres y cinco kilómetros diariamente es
aceptable, pero una vez que el cuerpo está acostumbrado a esta actividad, seis
kilómetros en una hora puede ser todo un reto de salud.
Comienza con recorridos cortos y aumenta progresivamente el
recorrido dependiendo del terreno y la resistencia de cada cual. Se debe
adaptar su práctica a las características propias.
Dos anotaciones
¿Sabias qué la sensación de bienestar proporcionada por un
paseo se prolonga entre unas tres y cinco horas después de finalizada la
actividad?
De forma estimativa y dependiendo de la velocidad a la que
se camine, el gasto energético puede variar de tres a seis kilocalorías/hora y
kilo de peso corporal.
Una red social para no quedarse en casa
Hace una semana conocí una experiencia virtual muy
interesante para estimularse a pasear.
La idea es notificar la actividad física realizada a través de twitter
con un hashtag
(#clubdelpaseo). Sencillo ¿no?
El Club del Paseo se conforma con el objetivo de
formar un grupo de personas unidas simplemente por la red y motivadas por el
ejercicio físico sin mayor meta que el mantenimiento y conservación de su salud. Ideas en acción para motivarse, implicar y
notificar su compromiso. Cada vez que uno de sus miembros (ya son 84) pasea,
publica mediante tweets la distancia recorrida y para ello utilizan como medida
de control diferentes aplicaciones como
runkeeper,
runtastic
o nike + en su móvil. Si queréis saber cómo
adheriros a esta iniciativa poneros enlazaros a su blog de la misma quinta (marzo 12) que ¡A tu
Salud!
Desde hace una semana
se proponen sumar los kilómetros andados al Samsung Hope Relay para recaudar
fondos (1 km paseado = 1 euro) para ser donados a Aldeas
Infantiles. ¡Enhorabuena!
Tanto hablar de pasear, andar y caminar me sorprendo
tarareando “Caminante no hay camino”, le pongo altavoz a mi pensamiento (Cantares).
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