Cuando la presión del agua sube de repente en una casa se corre el peligro de que se rompan las cañerías y producir un verdadero desastre. En nuestro cuerpo las variaciones de la presión dentro de las arterias no está exenta de problemas parecidos y a pesar de que su elasticidad y los sistemas que tiene el organismo para amortiguar sus efectos son variados, someterlas de forma crónica a esta circunstancia aboca a graves lesiones orgánicas y a un aumento de problemas y accidentes cardiovasculares.
Día 7 de abril, día mundial de la salud,la OMS nos recuerda un problema que necesita ser evitado, detectado o controlado según sea el caso: la hipertensión. Primer factor de riesgo responsable de mortalidad a nivel mundial, si bien con un reparto desigual según el nivel de desarrollo socioeconómico de los países considerados. En los más desarrollados superado por el tabaco, en los más pobres por la desnutrición infantil. El caso es que aproximadamente un tercio de la población mundial somete a sus arterias a una presión excesiva. Y aunque ciertos factores como el sexo, la edad, la raza o los antecedentes no son evitables y determinan ocurrencias diferenciales, sabemos que otros como la obesidad, el consumo de sal, la ingesta de alcohol, el tabaco, la práctica de actividad física y el estrés tienen una influencia notable sobre ella y podemos modularlos, si nos empeñamos, para dificultar su aparición.
Revisando estudios sobre este tema llego a algunos datos que creo de importancia comunicar para reflexionar:
- Un cuadro de la potencialidad que tienen las medidas sobre estilos de vida y su influencia sobre la tensión arterial.
http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/hypertension/jnc7full.pdf
La OMS llama la atención sobre la importancia de realizar una buena detección de la hipertensión arterial, y el grupo de expertos del PAPPS en sus recomendaciones cardiovasculares del 2012 nos recuerda como buena práctica y de forma rutinaria medir la PA al menos una vez cada cuatro años entre los 15 y los 39 años y, cada dos años a partir de los 40, en ausencia de sospecha.
Creo que también debemos realizar un consejo activo vehemente sobre los estilos de vida, cuando los hallazgos y algoritmos así lo indiquen. Reducir el peso, retirar la sal de la mesa, aumentar el consumo de frutas y vegetales, caminar treinta minutos diarios, eliminar el alcohol y/o el tabaco y saber manejar el estrés no cabe duda que nos van a ofrecer una gran ayuda para no vivir bajo la presión de la hipertensión.
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Gràcies Joan pels teus consells. Jo puc dir que els canvis que un dia m'indicares m'han ajudat molt i no trobe a faltar aquells hàbits que vaig deixar de costat.
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