lunes, 6 de enero de 2014

La última llamada



Mi primer móvil lo compré por tranquilidad de los míos. Todas las semanas durante muchos años viajaba para dar clases a la Universidad Miguel Hernandez en Elche y el trayecto de ida y vuelta ocupaba horas de conducción. Un día tras el "pinchazo" de un neumático consideré necesario tener la tranquilidad de poder avisar sobre las incidencias que podían ocurrirme. Hoy esta motivación parece una cosa trasnochada. Creo que este invento es uno de los que ha marcado un hito importante en la humanidad. Es pura comunicación, con independencia de su necesidad para muchos, pura incontinencia comunicativa donde las haya. Incluso he manifestado mi relación de entusiasmo y precaución en ¿Enredado en la 2.0? con sus posibilidades y sus posibles efectos secundarios. No es la tecnología buena o mala per se, sino su uso y sobre todo su abuso quien así las modela.

Este sábado estuve en una retención debida por lo que pudimos observar posteriormente en un accidente de tráfico. Y no pude dejar de pensar en algo que cotidianamente constato. No hay día que no observe algún conductor, de cualquier sexo o edad, conduciendo mientras manipula un teléfono. La curiosidad me ha llevado a indagar que repercusión tiene esto en los accidentes. 

Pues bien en el último informe publicado por la Dirección General de Tráfico: "Las principales cifra de siniestrabilidad vial. España 2012" nos informa que:


"La distracción aparece como factor concurrente en un 39 % de los accidentes con víctimas. En vía interurbana la distracción se presenta como factor en un 45 % de los casos y en las vías urbanas en un 34 %.
Uno de los motivos que conlleva a la distracción del conductor es la utilización del teléfono móvil durante la conducción. En el año 2012 la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil formuló 121.668 denuncias por utilización del teléfono móvil.

Según los datos recogidos en las encuestas no participativas (es decir, los estudios observacionales en los que un encuestador no identificable por los usuarios de las vías realiza las tomas de datos de las variables de interés mediante la observación simple) que realiza la DGT, en torno al 3 % de los conductores usan el teléfono móvil mientras conducen."

Sin embargo, me llama la atención, que según el Barómetro de las distracciones en la Conducción aunque un 46% de los conductores reconoce distraerse hablando por el teléfono móvil aún siendo con manos libres y menos de un 10% atribuye la accidentabilidad al uso del móvil.


Esta observación veo que es universal y un artículo publicado, en el primer número de 2014, en el New England Journal of Medicine nos evidencia y cuantifica esta circunstancia:
El riesgo de un accidente o casi accidente entre los conductores noveles se incrementó si estaban marcando para llamar desde su teléfono móvil (se multiplicó por 8 veces), buscando su teléfono (riesgo 7 veces mayor), enviando o recibiendo mensajes de texto (riesgo cuadriplicado), alcanzando otros objetos (multiplicado por 8), mirar un objeto del borde de la carretera (por 4), o comiendo (lo triplicaba). También entre los conductores con experiencia, la marcación de un número de teléfono se asoció con un aumento del riesgo, 2 veces y medio mayor,  de un accidente o casi accidente.



Así que cada vez que cojáis el coche:
  • Limitad, restringid o ignorad las llamadas mientras conducís, seguro que no son tan improrrogables. Y si son importantes os dejarán un mensaje de voz.
  • No habléis por teléfono mientras conducís (salvo que tengáis “manos libres”).
  • Sino estáis conduciendo, no llaméis a alguien que intuyáis que pueda estar haciéndolo.  
  • Olvídaros de los WhatsApp, SMS o correos y no busquéis un contacto en el teléfono mientras estéis al volante.
  • No uséis el teléfono para capturar imágenes o grabar vídeos mientras conducís.
  • Si viajáis con niños: ¡dad ejemplo! no utilicéis el teléfono al volante.
  • Y además para evitar otro tipo de disgustos, recordad que hablar por el móvil sin manos libres o llevar auriculares o manipular un dispositivo da lugar a una sanción económica importante y a la retirada de tres puntos del permiso de conducción. (¡Ah y sabed que los ciclistas presentan la consideración de conductores!)