miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Vale todo en los comedores escolares?




Estaba yo preparado con mis sobres blanco y salmón en una de las colas del colegio electoral, cuando entre el bendito hastío de tanta espera prácticamente no me dejé un solo cartel del pasillo escolar por leer. Entre saludos y lecturas me llamó la atención un aviso muy colorista de un menú escolar preparado para el mes de mayo. Como una especie de recuerdo a Alaska y los Pegamoides me vino a la mente: ¡Horror en el... comedor!

Tantos desvelos para intentar organizar una oferta saludable en los coles para que a la mínima de cambio, los principios nutricionales y las directrices de la administración queden en entredicho. Para muestra un botón:


No conformes con ofrecer unos aperitivos base de sales y fritos, debemos añadir un postre en el que un trampantojo esconde ¿media fruta? en almíbar y por si no tuviera bastante, descubrimos la oferta del refresco de cola azucarado (propaganda incluida) junto al agua. ¡Menudo cúmulo de despropósitos para un ámbito educativo! 

Otro cartel, muy atractivo, anunciaba el "Menú del lejano Oeste" con "Celebrity salad (?)"; "Patatas del oeste" y "Cheese burger", para finalizar un "Tornado de vainilla y chocolate". Mucho me temo que hubiera sido mejor un "Menú del cercano Mediterráneo". 

De unos años hacia aquí hemos observado un mayor cuidado (en general) en los menús escolares pero visto este ejemplo queda mucho por hacer. Me consta que existen profesionales de la nutrición en muchas empresas de catering asesorando sus menús. Me consta que la administración trabaja por establecer mecanismos de control de la oferta alimentaria. Me consta la preocupación de las madres y padres de los escolares por la calidad de la alimentación de los comedores escolares. Pero aún no es suficiente. Aún podemos encontrar lamentables menús, desaguisados que requieren de la consiguiente rebelión de los comensales, que escapan del ¿control? de los "encargados de comedor", que nacen de concepciones demasiado particulares de algunos cocineros, que se miden más por la aceptación que por la calidad. Necesitamos que todos los implicados en la ardua tarea de alimentar a nuestros niños y niñas nos tomemos aún más en serio la importante función nutricional y educativa del comedor escolar.






Veamos dos ejemplos de segundos platos, desgraciadamente habituales, vistos en comedores escolares. Las imágenes son tan contundentes que no necesitan de más comentario. El concepto ensalada   no figura "de verdad" en su repertorio. Son ensaladas a dosis "homeopáticas" que no podrían contabilizarse ni como media ración (!!).













Desde el inicio de la Estrategia NAOS, el asunto del comedor escolar ha sido objeto de preocupación. El razonamiento es sencillamente muy práctico. Los escolares que realizan su comida en los colegios pueden beneficiarse de realizar su comida en un ambiente educativo por lo que pueden nutrirse adecuadamente, educarse en socialización mediante el acto alimentario en común y aprovechar otros elementos educativos que el acto alimentario ofrece (sostenibilidad, las sobras, la calidad, higiene...). En 2010, se estableció en nuestro país un interesante consenso sobre la alimentación en los centros escolares de indispensable lectura para establecer unos mínimos de calidad en la oferta alimentaria de las comidas del escolar y  unos buenos criterios  para la oferta alimentaria presente en las máquinas expendedoras, cantinas y quioscos en los centros educativos. Han de rehabilitarse los comedores y hacer de ellos centros de referencia para hacer educación alimentaria y nutrir adecuadamente a los escolares. Necesitamos ir todos en la misma dirección no sólo de boquilla (o sobre el menú de papel) sino en el día a día y por supuesto poner sobre la mesa las prácticas no adecuadas.  


1 comentario:

  1. Jeje, me ha hecho mucha gracia lo de las ensaladas con dosis homeopáticas. Tienes toda la razón, a nivel oficial consta que comen todos los días ensalada, y cuando les preguntas a los niños te sorprendes. Mi hija me contaba el otro día con alegría que junto a los dos trocitos de lechuga y uno de tomate le había tocado una oliva.

    ResponderEliminar

Anímate a compartir tus opiniones sobre este tema.