Defender la salud

Cuando el tema a considerar es la salud pocas personas pueden pensar en que sea un mérito defenderla. Querríamos asegurar que la salud es un valor en sí mísma, contra el cual nadie osaría a atentar. Sin embargo, aunque suene paradójico, existen intereses económicamente poderosos que hacen de la incentivación de prácticas nada saludables su negocio, su objetivo. Y es que cuando entran en colisión intereses económicos y salud todos sabemos quién va a ser acosado por quién. ¡Para muestra un botón!  A nadie se nos escapa el  ejemplo de las tabacaleras. Su “tesoro” legal consiste en vender una droga que perjudica y mata, adornándola con tintes de libertad e inocuidad, que llevados a extremo, resultarían inauditos para cualquier otra sustancia.

¡Un dato en nuestro entorno! En España, el último estudio sobre mortalidad atribuible al consumo de tabaco cifra su responsabilidad en un 15%. Esto es 1 de cada 7 muertes acaecidas en sujetos de 35 y más años se relaciona con el uso activo/pasivo de esta sustancia. Dicho de forma más tajante, en 2006 el tabaco se llevó por delante a 53.155 personas.

En la actualidad, parece difícil controlar esta epidemia mediante la ilegalización del tabaco o la prohibición total de su consumo a pesar de ser teóricamente una acción resolutiva. Estas medidas no parecen efectivas ni políticamente aceptables en países democráticos, así que cabe pensar que las actuaciones que se iniciaron el año pasado con la regulación del consumo de tabaco en espacios públicos (que podrían evitar alrededor de 3000 muertes) deben complementarse con otras. En España, el precio de la marca más vendida de tabaco está en 3 € y es menor que el de nuestros vecinos franceses (5,4 €) o portugueses (3,4 €). Una subida del 10-25% en el actual precio del tabaco facilitaría una disminución en la prevalencia de fumadores entre un 7 y 14%, y al menos en teoría, sería capaz de evitar 1000 muertes anuales.

El derecho a la salud propia y de nuestros hijos hacen que no podamos permitir que las tabacaleras desarrollen sus sibilinas formas de hacer dinero (a costa de hacer enfermos y muertos). Defender la salud significa ser activos y hacer prevalecer los derechos de todos sobre los intereses económicos de estas multinacionales. Ellos son los capos "legales" a los que se consiente  primero su presencia e incitación a través del cine, después se les deja ampliar su mercado convenciendo a la "mujer", intenta lavar su imagen cuando "patrocinaba deportes" (¡que paradójico!) o, en la actualidad se convierte en el protector de la crisis económica, en el sector de la hostelería.

Como parte de pactos extrajudiciales con una serie de estados en los EE.UU., la industria tabaquera ha divulgado documentos internos a través de Internet. Estos documentos han desvelado hechos relevantes, desde la implicación de algunas compañias en facilitar el contrabando de cigarrillos hasta los esfuerzos realizados para reforzar la adicción al tabaco.

Aqui os enlazo algunos sitios Web, bien de las mismas tabaqueras bien de universidades donde se pueden encontrar algunos documentos desclasificados por la industria: Brown & Williamson ; Council for Tobacco Research ; Lorillard Tobacco Company ; R.J. Reynolds Tobacco Company ; Philip Morris USA (Altria) ; The Tobacco Institute ; University of California, San Francisco (UCSF); Legacy Tobacco Documents Library.

¿Sabías que algunos elementos de la anterior Ley del tabaco 28/2005 como las estrategias de convivencia en armonía y de hospitalidad tradicional en centros de hostelería, ya aparecían descritos como estrategias de algunas de estas compañias en 1999?
Os comparto este cortometraje de Federico Lang y Gastón Sáez, donde se bromea en un minuto con más de 50 razones para dejar de fumar. Y es que realmente fumar es lo único más absurdo que el propio video. "Absurdo", título del corto, fue premio del público en el certamen de cortometrajes especialmente dirigido a los jóvenes, 'Deja de Fumar Ya' (2009).

Si os gusta el cine, El dilema (The insider, 1999) es una película de gran calidad y metraje (151 min), dirigida por Michael Mann que relata el descubrimiento por parte de un científico y directivo de la tabacalera norteamericana Brown & Williamson, de un secreto que la industria del tabaco oculta celosamente: las sustancias que crean adicción en los fumadores. Un productor televisivo, arriesga su carrera al invitarlo a su programa, y éste ve cómo su vida se desmorona tras revelar la verdad a la opinión pública. Nadie sale indemne de esta batalla contra las tabacaleras.