La industria del tabaco, a lo largo de su existencia, ha empleado multitud de estrategias para influenciar tanto sobre los consumidores como sobre las políticas de control del tabaco. Ha utilizado su enorme poder económico, ha creado potentes maquinarias de marketing y fuertes lobbys, ha manipulado medios de comunicación y ha influenciado en gobiernos para incrementar las ventas del tabaco. Con ello ha llegado a conseguir que el debate salud o dinero continue vigente o que los fumadores hayan vivido como una agresión a su libertad la prohibición del consumo en lugares cerrados.
Basta recordar aquellos primeros anuncios que se apoyaban en opiniones médicas para reafirmar las "bondades" del tabaco.
También el tirón mediático de las estrellas de Hollywood ha sido utilizado para difundir el consumo.
Las cajetillas del tabaco han supuesto también un plus que ha hecho más atractivo la compra y consumo de los cigarrillos: "Lo prefiere en paquete duro o blando"; "Yo colecciono paquetes de cigarrillos".
El cambio ha sido grande. Hemos pasado, en nuestro país, por diferentes momentos desde la no existencia de avisos al paso por los mensajes de texto. El Gobierno de Canadá en el año 2001 fue el primero que obligó a incluir advertencias gráficas en los paquetes de tabaco. Tras él: Brasil, Singapur, Tailandia o Venezuela y finalmente (en mayo de 2011) en nuestro país también se incluyen las imágenes "disuasorias" sobre los efectos del tabaco:
El informe Sambrook realizado en 2009 por encargo de la Comisión Europea recoge diferentes estudios en los que se evidencia que cuando las imágenes ocupan al menos, el 50 %de la superficie se pueden doblar las tasas de intento de abandono del tabaco y sobre todo ejercen un importante efecto disuasorio entre los que empiezan a fumar.
Esta semana, Australia, país pionero en el desarrollo de medidas antitabaco ha dado un paso adelante en favor de la salud. Una noticia nos ha despertado del sopor del verano. Una sentencia del Tribunal Supremo de este país pone fin a los intentos de resistencia de las tabacaleras, y a partir del 1 de diciembre de 2012 las marcas de tabaco empezaran a empaquetar de forma similar los cigarrillos: paquetes de color verde oliva, con logotipos homogéneos y sin publicidad.
Unos 15.000 australianos mueren cada año por dolencias relacionadas con el tabaco, aproximadamente una tercera parte (53.000) de los que se estiman en nuestro país (entrada Defender la salud ) pero recordemos que nuestra población es tan sólo el doble que la de nuestros antípodas. El importe total de los gastos atribuibles al tabaquismo en España para el año 2008 fue de 14.710 millones de euros y los ingresos por impuestos procedentes del tabaco ese mismo año alcanzaron 9.266 millones de euros, por lo que el tabaquismo costó a los españoles 5.444 millones de euros al año, según estimaciones de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
¡Ojala cunda el ejemplo! La Comisión Europea está preparando la revisión de la directiva de 2001 sobre productos del tabaco así que con este precedente esperamos que entre sus propuestas se considere el empaquetado genérico en el territorio comunitario aunque no debemos de olvidar que "aunque la mona se (des)vista de seda mona se queda".
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