domingo, 5 de agosto de 2012

Las fiambreras entran en las escuelas



Cuando la preocupación por la salud de nuestros niños pasa  por el hecho de trabajar la alimentación y la actividad física que parecen ser respuesta efectiva a "problemas de peso" como la obesidad infantil, tres comunidades (País Valenciano, Comunidad de Madrid y Cataluña) se apuntan a facilitar la entrada de las fiambreras o tarteras a la escuela.

A principios de junio las noticias ya se hacían eco de esta más que posible opción. Hoy parece más que una seria posibilidad..

No quiero entrar en el debate de si se debe pagar o no un canon y cómo debe cuantificarse (desde 1,45  a 3 euros es la horquilla de precio según territorio), pero si la medida se dice pensada para que ahorre la familia el pago del comedor, veo dificil que entre el coste de las materias primas, el envase transportador, la refrigeración y posterior calentamiento de la comida al microondas y el pago por los derechos generados a sentarse en el comedor escolar (en caso de existir plaza)  sea una forma de ayudar a  las familias que presentan una economía más que tambaleante. Creo que esta opción dificilmente superaría un riguroso analisis de coste-beneficio en términos de salud.

A poco que le doy vueltas no dejo de pensar en aquel monólogo telefónico de Gila sobre "la factura telefónica" del colegio que,  aunque sea sólo por arrancar una sonrisa en estos momentos, os enlazo.


La solución ya la apuntaba este maestro del humor: "y ¿si lo mando caliente de casa?" Desde luego, que en término salud no estoy de acuerdo en extrapolar esta cómica solución a la comida del mediodía.

Los escolares como comensales del comedor se constituyen en una población cuya alimentación puede programarse, revisarse, tutorizarse y convertirse en paradigma de una adecuada alimentación. Ante esta nueva modalidad ¿Cómo se garantizarán estos principios en los niños con fiambreras o tarteras? ¿Se han previsto los problemas de salud que se pueden originar con estas medidas? ¿Quién asesorará a las madres y padres sobre qué llevar a la escuela? ¿Se ha hecho un estudio piloto de viabilidad?

Se me ocurren algunos pasos previos que deberían anteceder a esta actuación:
  • la educación de las madres y padres para que no acaben ofreciendo la comida de más fácil elaboración para todos los días (bocadillos) u ofrecer aquellos alimentos de mayor palatabilidad a los escolares independientemente de su valor nutricional, o decidan dejar de ofrecer verdura y fruta fresca. ¿Se establecerá un listado de alimentos prohibidos y/o recomendados?
  • establecimiento de un protocolo de actuación para evitar problemas de procedimiento ¿En que momento del día se llevaran a los refrigeradores? ¿quién proporcionará los cubiertos? ¿podrá un niño tener en su mochila escolar cuchillo o tenedor? ¿podría constituir esto algún problema?
  • ¿Están todos los centros de primaria dotados de un sistema de refrigeración y posterior sistema de calentamiento de los platos?¿Será una realidad al alcance de todos o se convertirá en otro requisito para la elección de un centro? ¿Se seguirá esta medida con los escolares con peculiaridades (celíacos, alérgicos)?
  • ¿serán los escolares instruidos y supervisados para actuar con adecuadas medidas higiénico sanitarias?
  • ¿cuando se limpiarán los enseres utilizados en la comida?
  • ¿se estudiará el equilibrio alimentario de la alimentación de estos escolares?
Muchas son las incognitas que esta medida ocasiona y quizás aún deberían estudiarse otras propuestas o esperar un tiempo antes de lanzanzarse al ruedo. ¿Una jornada escolar contínua no podría mejorar la racionalización de horarios y procurar la conciliación de horarios para que algunas familias pudieran beneficiarse de ello?

Desde el inicio de la Estrategia NAOS, el asunto del comedor escolar ha sido tratado por los expertos. El razonamiento es sencillamente práctico. Los escolares que realizan su comida en los colegios pueden beneficiarse de realizar su comida en un ambiente educativo por lo que pueden nutrirse adecuadamente, socializar el acto y aprovechar los elementos educativos que el acto alimentario ofrece. En 2010, se estableció un consenso sobre la alimentación en los centros escolares que puede orientar la organización de las comidas del escolar para el mediodía, sin embargo, esta nueva situación obliga a tener muchos recursos para que puedan ser manejados por aquellos padres que se veran involucrados en estos menesteres y que no siempre serán los más motivados ni por supuesto los que cuentan con más recursos. Hace unos años la FESNAD dedicó el Dia Nacional de la Nutrición a las comidas fuera del hogar: "Hoy no como en casa". Vamos a tener que ir trabajando el tema en una dirección que no considerábamos "a priori". ¡Amigos dietistas, poneos las pilas!






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anímate a compartir tus opiniones sobre este tema.