En una anterior entrada: Contagiando "buen rollo", planteaba la búsqueda de la felicidad como una de las tareas irrenunciables del ser humano, y cómo algunos estudios habían evaluado la posibilidad de su transmisión, en entornos cercanos. Nos planteamos multitud de veces a lo largo de la vida si disfrutamos de felicidad. Algunos países incluso han incluido esta premisa en su constitución (Butan y Japón por ejemplo) pero ¿podemos cuantificar la felicidad de los países?
Hace poco se ha publicado el Informe Mundial de la Felicidad 2013 ("World Happiness Report 2013") dirigido por John Helliwell, de la Universidad de British Columbia, bajo el patrocinio de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. El informe mide el bienestar y la felicidad de 156 naciones de todo el planeta, en una amplia muestra entrevistada por Gallup en el periodo de 2010-12. En términos generales, la felicidad media del planeta "ha sacado" un modesto 5,1 sobre 10. (¡El señor Wert no lo consideraría ni para una beca!)
Seis variables son las que principalmente explican las tres cuartas partes de la variación en las puntuaciones medias anuales de las naciones consideradas y entre los distintos países: el producto interior bruto per cápita, la esperanza de vida saludable, el respaldo social, la libertad personal para tomar decisiones vitales, la ausencia de corrupción y la generosidad. Como señala el informe, la felicidad es importante no sólo por sí misma, sino porque garantiza una mayor esperanza de vida, nos permite ser más productivos, tener sueldos más altos y ser mejores ciudadanos.
Y ¿quienes han sido los mejor situados?
Y ¿dónde se encuentra España?
Y ¿quienes están peor situados? Si bien esto nos da una idea aproximada de por dónde estamos creo que uno de los datos más patentes del Informe es quienes son los 10 países que han experimentado una mayor variación en los niveles de felicidad entre el segundo (2010-12) y primer informe (2005-07).
El documento de Naciones Unidas analiza la oscilación de los niveles de felicidad en el tiempo y advierte de que 41 países son más tristes ahora que hace cinco años. España junto Grecia e Italia y algunas regiones de África y Oriente Medio ocupa los primero puestos en mermas en felicidad.
Estos países no están "más tristes" por casualidad, sino que se han visto afectados de pleno por la crisis y en ellos se ha perdido libertad para tomar decisiones en sus vidas, se han aumentado los niveles de corrupción política y los negocios, y la tasa de apoyo social y generosidad ha descendido. En términos generales, parece que el mundo es más feliz por el auge de algunos países (60 en total) del caribe, asiáticos y latinoamericanos mientras que a España se le está borrando la sonrisa.
Así que desde este punto de vista es cuando cabría afirmar que ¡Necesitamos un rescate en felicidad! Y la pregunta que me viene a la cabeza es ¿Seremos intervenidos para mejorar nuestra felicidad?