viernes, 8 de julio de 2016

Yo para ser feliz quiero ¿más fruta?

Tomada de: www.fondosni.com 
Como todos los años antes del verano, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha presentado el Informe del consumo de Alimentación en España referido al año terminado (2015). Los datos se obtienen de una muestra de 12.000 hogares de toda España dónde los participantes apuntan todas sus compras directamente con un lector óptico.  Este año como novedad añade el Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares, para cuantificar los alimentos sin procesar que se desechan, por deterioro o caducidad, y los alimentos cocinados que se desperdician por ser sobras o por deterioro.

La verdad es que me ha llamado poderosamente la atención dos hechos:
  • el primero, del informe del 2015 se desprende una disponibilidad estimada individual media menor que la del año anterior, es decir que el consumo per cápita de fruta fresca en 2015 fue de 99,18 kilogramos por persona y año, siendo ligeramente inferior (-3,2%) en relación al año 2014. Pero revisando el documento de 2014, vemos que ya arrastramos un decalaje con respecto a 2013 de -1,5%. Dicho en cifras absolutas, hemos pasado de consumir en 2013, 104 Kg/persona y día, a 102,5 Kg en 2014 y 99 Kg/persona y día en 2015.

  • segundo, una importante reducción del consumo de verdura fresca per cápita durante el año 2015 con respecto a 2014, siendo la ingesta media aproximada de 59,71 Kg/persona/año (163,6 g/persona y dia) cuando en 2014 fue de 62,35 Kg/persona/año y en 2013, de 63,8 Kg/persona/año. 
Escrutando los consumidores, el perfil de hogar con mayor consumo de frutas y hortalizas frescas, se corresponde con parejas adultas sin hijos, parejas con hijos mayores o bien retirados y de clase acomodada. Hogares donde la edad de los responsables de compras supera los 50 años y que habitan en poblaciones pequeñas que no superan los 2.000 habitantes. Creo que visto así debería preocuparnos el panorama al que apunta esta situación.

  • Pero si a esto le añadimos (debería decir le sustraemos) que según el estudio de desperdicios las frutas, las verduras y el pan fresco son los alimentos más desechados, creo que todo lo que hagamos por incentivar el consumo de frutas, verduras y hortalizas se nos queda corto.. 
Desperdicio de alimentos en los hogares de España
De forma genérica podríamos considerar que una ración de frutas o de hortalizas podría rondar entre los 120 y 150 g en peso neto. Si atendemos la premisa "5 al día" podemos establecer que un mínimo de tres raciones de frutas al día conformarían unos 360 - 450 gramos/día y un mínimo de dos raciones de hortalizas al día, entre 240 y 300 gramos/día. En definitiva la traslación del "5 al día" supondría más de 600 gramos entre frutas y verduras. 

Haciendo una  extrapolación de los datos encontrados tendríamos que en tema de frutas "tocaríamos" a 272 g de ellas por persona y día, aunque si como vemos desperdiciamos una cantidad tan importante seguramente quedaríamos a menos cantidad. Si reproducimos los cálculos con las verduras y hortalizas "saldríamos" a 164 g por persona y día. Lo que supone de forma conjunta a 436 g por persona y día, lejanos de los 600 gramos o dicho de otra forma, a algo más de una ración de distancia de cubrir un mínimo. 

Conclusión: recomendemos 1 pieza de fruta más o 1 ración de verduras más a cualquier persona dispuesta a escuchar un consejo para mejorar su salud 
...o incluso para ser más felices...


Si así lo expresa un estudio estudio publicado a inicios de 2013 que relaciona un consumo importante de frutas y vegetales con el humor de las personas. Para realizar estas observaciones, el equipo de investigación evaluó los niveles de nueve antioxidantes, incluyendo carotenoides y vitamina E, en la sangre de 982 estadounidenses (hombres y mujeres) de 25 a 74 años. A los participantes se le extraían muestras de sangre, se les hacía responder un cuestionario sobre sus comportamientos en la vida cotidiana, al tiempo que se establecía el nivel de optimismo de cada sujeto. Los resultados del estudio mostraron entonces que las personas que comen menos de cinco frutas y verduras al día son menos optimistas que los que comen más frutas y verduras.

Realmente lo que los científicos de la Escuela de Salud Pública de Harvard evidenciaron, es que los participantes más optimistas presentaban niveles sanguíneos de carotenoides  que podían ser de entre un 3 i un 13% más alto que los sujetos menos optimistas.

Estos curiosos resultados son coherentes con otros obtenidos en el estudio Is Psychological Well-being Linked to the Consumption of Fruit and Vegetables? de la Universidad de Warwick, publicado en Social Indicadors Reasearch, que correlacionó que si bien, en algunos casos, el máximo nivel de bienestar se alcanzaba con el consumo de cinco raciones (80 g) diarias de frutas y verduras, los picos máximos de bienestar se correlacionan principalmente en torno al consumo de siete piezas. En resumen, que las personas que comían siete o más porciones de frutas y verduras por día eran más felices que las otras.

Regresión lineal entre porciones de frutas y verduras y bienestar emocional en mujeres. Predicting wellbeing, 2013
Una reflexión: Sabemos que las frutas y verduras contienen una gran cantidad de antioxidantes que nos protegen contra ciertos problemas de salud, seguramente por la reducción del estrés celular. Pero las evidencias comentadas nos hacen pensar ¿pueden además afectar nuestra mente y nuestras emociones? Y en caso de que esto fuera así ¿podría producirse un proceso de retro-alimentación? Me explico, si las personas optimistas pueden tener una mayor tendencia a realizar comportamientos más sanos como consumir más frutas y verduras  ¿esto les supondrá más optimismo? A esto le podríamos denominar el círculo natural del optimismo.
Si es así tenemos otro motivo mas para ¡comer frutas y verduras!





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